sábado, 17 de noviembre de 2012

Crucero: Dubrovnik

Cuando llegamos a Dubrovnik solo hacía falta mirar al cielo para saber que iba a llover. En un principio eso es malo, pero la verdad es que la lluvia aseguró que ese día quedara grabado en mi memoria. La verdad es que la ciudad en sí a penas la vimos, aunque pasamos dos horas caminado arriba y abajo por la muralla. La muralla fue espectacular sin ninguna duda, la muralla en si lo merecía pero al sumarle las asombrosas vistas todo mejoraba. Aún con la lluvia fue impresionante. La muralla se alza por encima de la ciudad y esta muy bien conservada, además gran parte de ella da al mar y había múltiples detalles que recreaban lo que un día fue. Desde la muralla también se veía el puerto y todos los barcos, incluido el nuestro. Finalmente volvimos al crucero para dirigirnos a Grecia.